"....estábamos de acuerdo en lo difícil que es tratar con esas personas que están ( se tienen a si misma) cinco centímetros espiritualmente por encima de los otros, haciendo gala del peor de los orgullos : el espiritual. Y parece mentira que sea justo en el ámbito del yoga y la espiritualidad donde abundan ese tipo de personas narcisistas y pagadas de sí mismas, cuando es donde más habría que ejercer la verdadera humildad. Esas personas pseudoespirituales, que se revisten de una falsa aureola de santidad y santurroneria, exigen pleitesía de sus discípulos y se muestran altivas y distantes, tienen estrechos y dogmáticos puntos de vista y practican un activo proselitismo; es decir, tratan de imponer sus ideas. A veces se arropan de una falsa solemnidad o de maneras arrogantes y frías ,. Que llegan a ser no de genuino desapego, sino de desapego emocional y acritud. El verdadero profesor de yoga es sencillo, cercano, un hermano espiritual y no un altanero mentor; y si, recibe honorarios por sus clases y tiene un centro de yoga , no avisa de ellos en base a subterfugios pseudoespirituales o pseudomorales. Mi respeto y cariño, mi agradecimiento y mis mejores sentimientos para los instructores y profesores sencillos y en continuo aprendizaje .
Ramiro Calle
