Anjali significa "ofrecer", y en la India este Mudra siempre va acompañado por la palabra "Namasté",que significa "me inclino con respeto ante tu divinidad interior, desde mi divinidad interior".
Este es un gesto familiar en cualquier clase de yoga: juntar las palmas de las manos y ponerlas a la altura del corazón, al principio y al final de la práctica de yoga.
En occidente, nosotros usamos este gesto para orar o rezar. Hemos crecido con él como parte de nuestra cultura y, cada uno de nosotros tiene una apreciación del mismo. Sin embargo, la belleza de este gesto, que nos sitúa en el corazón de nuestro ser, es atemporal y universal. En sánscrito "mudra" significa "signo" y no sólo se refiere a poner las manos en ciertas posiciones o de cierta forma, sino también a una actitud en el cuerpo que implica un cierto "estado interior". Este saludo es una de las partes esenciales de la práctica de yoga: la percepción de lo divino dentro de la creación; se ofrece a Dios, al Maestro, a la familia, amigos, extraños, a una puesta de sol, aun río, a un árbol etc. Estamos "honrando y celebrando este momento". Este mudra se usa también como una postura "que calma la mente", para "retornar a nuestro corazón", para saludar o despedirse, para iniciar una acción o para terminarla. Cuando llevas las manos juntas al corazón, literalmente estás conectando los dos hemisferios de tu cerebro.Representa la unificación
Conecta al practicante con la espiritualidad . Este mudra promueve el respeto por uno mismo y los demás .
Es un remedio natural para el stress y la ansiedad y es muy útil para entrar en un estado meditativo
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