Linneo observó durante un número de años que ciertas plantas se abrían y cerraban constantemente a una hora particular del día, esas horas variaban de una especie a otra. Por lo que uno puede deducir la hora aproximada del día según que especies abrían o cerraban sus flores. Dispuestas en secuencia de floración durante el día, constituyeron una especie de reloj floral o horologium florae, como lo llamaba Linneo en su Philosophia Botanica (1751, páginas 274-276)
Guiándonos por este reloj, podemos espiar el baile de algunas especies si nos asomamos bien:
Matutinas: La primera es la Tragopogon Pratensis, conocida en Aragón como barba cabruna
. Después, se abre la Helminthotheca Echioides
le sigue la popular cerraja
y también muy temprano la campanilla
Una vez se han abierto todas, se interpreta el reloj observando cuál se cierra antes.
A su alrededor, comienzan a cerrarse flores que irán marcando las horas.
A las dos, se cierra la Pimpinela Escarlata
a las cuatro, se abre el Dondiego
Y a las cinco, cierra sus pétalos el Lirio de agua.
Atardecer:
Cuando el sol se esconde, algunas flores se cierran, pero otras se abren.
A las seis, abre sus pétalos la Ipomea Alba para que la polinicen los insectos nocturnos.
A las nueve, florecerá la planta del tabaco
En torno a las diez de la noche, se abre la reina de la noche (Hylocereus Undatus).
Es así que Linneo, además de ser considerado como el héroe nacional de Suecia, influyó sobre las obras y vida de grandes personas a lo largo de la historia. El filósofo Jean Jacques Rousseau le envió el mensaje: "Dígale que no conozco a un hombre más grande en la Tierra". Goethe escribió: "Con la excepción de Shakespeare y Spinoza, no conozco a nadie -entre los que ya no viven-, que me haya influido más intensamente". El escritor sueco Strindberg también exclamó: "Linneo era en realidad un poeta que se convirtió en naturalista". Así es que el Príncipe de Botánicos (como lo apodaron), nos dejó el legado de la romántica observación, donde el misterio del reino vegetal en relación a la raza humana nos sigue perturbando hermosamente nuestro posicionamiento sobre la vida, la magia y la muerte.
El reloj floral y su distribución
El reloj floral está dividido en dos partes. En el lado izquierdo se encuentran las plantas que se abren por la mañana entre:
• 5 y 6h: calabaza, amapola, achicoria
• 6 y 7h: crepis rubra, enredadera
• 7 y 8h: lirio de la hierba, nenúfar, tusílago, alquimia, hipérico
• 8 y 9h: anagalis, calta palustre, centaurea
• 9 y 10h: betónica silvestre, margarita, caléndula
• 10 y 11h: anémona de tierra, vinagrera, spergularia
• 11 y 12h: tigridia, cerraja, aizoácea
En la mitad derecha de la esfera de cifras se encuentran las plantas que se cierran pasado el mediodía entre: • 12 y 13h: caléndula, petrorhagia • 13 y 14h: anagalis, hieracium • 14 y 15h: achicoria, diente de león, calabaza • 15 y 16h: lirio de hierba, tusílago, hieracium rojo • 16 y 17h: dondiego de noche, vinagrera, nenúfar • 17 y 18h: amapola
Un final lo marca la onagra que al contrario de todas las demás flores se abre entre las 17 y las 18h, como una vela en la noche y así sigue el círculo
No hay comentarios:
Publicar un comentario