Hay muchas cosas que debilitan nuestra salud y bienestar en general, a través del debilitamiento y la fractura del campo de energía humana o aura. Cuando desarrollamos la autoconciencia y aprendemos la limpieza espiritual básica a través de la autodefensa psíquica, uno puede ser proactivo en la generación de un aura fuerte, o cuerpo de luz, que aumenta el equilibrio energético y la salud en cada capa de los cuerpos multidimensionales. Debilitan nuestra salud: Emociones negativas, formas de pensamiento destructivas del ego negativo. Conflictos emocionales o psicológicos no resueltos, relaciones destructivas. Productos farmacéuticos, drogas, alcohol, adicción y consumo de drogas recreativas. Cirugía, hospitalización y corte en el cuerpo. Bajos campos electromagnéticos generados por la tecnología (teléfonos celulares, computadoras, TV). Destellos solares y fuertes cambios de campo magnético, fluctuaciones en los campos electromagnéticos. Accidentes, eventos que causan estrés físico, conmociones o experiencias emocionalmente traumáticas. Viajes aéreos internacionales, viajar a áreas de la tierra con diferentes sistemas de red o hemisferio. Dolor extremo, depresión, culpa, vergüenza o soledad. Entre estados dimensionales. Es importante comprender que cuanto más fuerte sea su campo áurico y más conciencia tenga, menos exposición tendrá a todas estas vulnerabilidades y riesgos. El objetivo es enfocar el tiempo y la atención en el desarrollo de su cuerpo espiritual y trabajar sus herramientas de meditación para construir su energía, fortalecer su cuerpo de energía y detener las fugas de energía, con una mentalidad directa. Además, durante los tiempos en que el ser humano se encuentra entre estados de conciencia es cuando los cuerpos espirituales y energéticos de esa persona se encuentran en algún tipo de estado de transición entre dimensiones. Estos momentos de transición energética son ventanas donde el aura se fragmenta o infiltra más fácilmente. Preste especial atención , controle el espacio personal cuando usted o sus seres queridos estén: Dar a luz a un niño, tanto la madre como el bebé. En la transición de la muerte. Durante el acto sexual o en presencia de otras actividades sexuales. Cualquier lesión en la que el resultado sea la pérdida de conciencia (es decir, un golpe en la cabeza) Hospitalización, especialmente cuando se administran medicamentos. Dormir en hoteles o lugares que no ha visitado anteriormente Involucrado en eventos traumáticos extremos o testimonio compasivo de estos eventos.

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