Imaginemos al cerebro como un músculo y a nuestra vida como una preparación para una carrera. Si entrenamos durante la mayor parte de nuestras vidas sólo una zona de ese músculo , la otra se atrofiara . Sin embargo, hoy sabemos que el músculo atrofiado se puede recuperar con disciplina , vocación y ejercicio. Al final del camino , si lo hacemos , comprobaremos que somos más creativos y podremos usar esa habilidad para una mejor calidad de vida .
E. Bachrach.
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