"Imaginemos por un instante que estamos en el último piso de un edificio alto y podemos contemplar la ciudad de noche, una gran ciudad.
Si prestamos un poco de atención notaremos algunas zonas , no muchas , con las luces encendidas. Si logramos distinguir los autos que deambulan por la noche en esa ciudad , también veremos qué, en general, sólo unas pocas avenidas , iluminadas tanto por sus faroles cómo por esos autos que la transitan , tienen luz a esa hora. El cerebro es un poco así, cómo una ciudad en penumbras, pero siempre con algunas avenidas , calles y luces encendidas. Nuestro cerebro, siguiendo está metáfora, cuenta con muchas posibilidades de iluminación. Podemos encender un montón de faroles ( conectar neuronas), pero son pocas las avenidas ( surcos neuronales) prendidas conectadas, utilizadas todo el tiempo . Esto pone de manifiesto que tendemos a utilizar la misma información para resolver cualquier tipo de problemas. Es decir, buscamos en esas calles iluminadas por información conocida algo que ya hemos visto, que ya hemos experimentado. Sin embargo, tenemos siempre la posibilidad de recorrer otras calles y avenidas que están menos iluminadas y de buscar material nuevo, ideas o soluciones creativas"
Bachrach
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