En Egipto, la Mirra era quemada en los rituales de bienvenida a la diosa Osiris, y a la llegada de la Noche (el Día era venerado con Incienso). Pero no era la única civilización que tenía conocimiento de sus propiedades. En Grecia, los soldados que partían para la guerra la llevaban consigo en forma de ungüento, con el que se protegían de influencias mágicas negativas al mismo tiempo que cicatrizaban sus heridas.
De esto se desprende que ya entonces se conocían sus cualidades astringentes y antisépticas, además de cicatrizantes, y es por esta misma razón que el aceite esencial de Mirra aún hoy en día, da pruebas de su efectividad en el tratamiento aromaterapéutico de úlceras y heridas, acelerando los procesos curativos y cicatrizantes en forma notable. En casos de hemorroides, también es un excelente ayudante.
Pero su uso más difundido en la parte clínica, es el de regulador de las funciones respiratorias, particularmente en los procesos de tipo Yin, donde se hace más notable su función estimulante y fortalecedora.
Su efecto en la zona pulmonar se destaca especialmente en dos funciones:
• Como expectorante, es de un incalculable valor para la limpieza en casos de bronquitis, tos, catarro o resfríos.
• Como desinflamante de las mucosas nasales, estimula la respiración fluida.
Desde otra óptica, la Mirra, aplicada en un masaje sobre la zona abdominal, abre el apetito provocando una mayor secreción de jugos gástricos, de ahí que acompañe los tratamientos de las personas en estado depresivo y en algunos casos la Anorexia. Al mismo tiempo, y también dentro de las funciones digestivas, evita la fermentación de los alimentos colaborando en la supresión del mal aliento de origen estomacal.
En el cuidado de la piel, este aceite es indicado para tratar pieles envejecidas o inflamadas. El ritual mágico de la aplicación de Mirra sobre la piel, era muy difundido entre la realeza de las antiguas civilizaciones. Quienes lo usaban sabían como hoy, que quien mantiene sus energías limpias, rejuvenece con los años.
Las energías del cuerpo pueden ser cuidadas con este aceite pues por impregnación limpia los ambientes cargados de energías negativas. Cuando nos vemos forzados a interactuar con personas que absorben nuestras fuerzas, solemos sentirnos muy cansados sin tener una causa aparente para ello. Es frecuente que esa misma falta de energía vital nos produzca cierto temor ante aquello que no podemos manejar, una sensación de desprotección que nos hace atrincherarnos dentro de nosotros mismos para no ser víctimas de aquellos que creemos nos quitan las reservas que nos quedan.
El aceite de Mirra nos conecta con nuestra intuición, estimula el desarrollo del Chakra Frontal y al mismo tiempo eleva nuestra consciencia. Junto con el aceite de Incienso, provoca una mayor elevación espiritual, por lo que se la recomienda en la práctica de la meditacion profunda.
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