"Algunos yoguis indios me han dicho: "el mantra es la llave de la mente". Otros han declarado: "a través del mantra llegamos a la fuente de los pensamientos y experimentamos el testigo de la mente". El practicante no solo debe repetir el mantra con poderosa motivación y suma atención mental, sino también situarse allí donde el mantra surge, allí donde brota, en lo profundo de la mente, el fonema sagrado. De esta manera la recitación del mantra conduce hacia detrás de la mente, hacia la clara conciencia , mas allá del escenario de la mente pensante . En la medida en que uno se ejercita en el mantra con intensidad, la mente se vuelve hacia adentro, se absorbe en su propia esencia. El practicante comienza a percibir al que recita el mantra, empieza a conocer al conocedor del mantra. En suma, va paulatinamente estableciéndose en si mismo. el meditador se convierte en aquello que el mantra mismo representa. El mantra despierta al maestro interior, el guía que reside como testigo de la mente en cada uno de nosotros...las vibraciones del mantra se hacen sentir en la lengua, la garganta, y el estomago...el mantra inunda la mente. La emoción fluye a la vez que el mantra se repite. De tal modo se abre el centro de la mente y del corazón"
Ramiro Calle
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