domingo, 5 de diciembre de 2010

Jardines Zen

Jardines Zen

El karesansui es un estilo de jardín japonés seco que consiste en un campo de arena poco profunda y que contiene arena, grava, rocas y ocasionalmente hierba, musgo y otros elementos naturales; son utilizados como forma de meditación.
Son jardines-escena, y por tanto de dimensiones limitadas (como mucho 10x30 metros). La arena rastrillada representa el mar, en torno a las rocas se rastrilla en anillos, como si estas formaran ondulaciones en el agua. En el resto del jardín, se rastrilla en paralelo a la plataforma.
Se desarrolla principalmente durante el periodo Muromachi (1336-1573), en el que aparecen los dos ideales estéticos básicos de este jardín:
  • Yugen: la simplicidad elegante.
  • Yohaku no bi: la belleza del vacío (así como en música se valoran los silencios). Tiene relación con el Taoismo, según el cual el vacío es la parte útil de las cosas (un vaso no es el cristal, sino el vacío de su interior).
Pero también encontramos algunas críticas, para algunos especialistas el concepto de "jardín Zen" es considerado un mito del siglo XX que no tiene fundamento en la jardinería japonesa. Lo que sí existe es, por supuesto, la estética del "karesansui" o "jardín seco",Aunque hay una gran variedad de opiniones sobre el valor de estos jardines para la práctica budista, es incorrecto negar que su desarrollo está estrechamente asociado a los templos del Rinzai Zen, particularmente los grandes complejos religiosos de Kioto.
Al analizar los fundamentos de esta estética encontramos que  se expresa espiritualidad, en el sentido de que en él no hay riqueza material, sino la riqueza de cosas simples y austeras. Los elementos son sólo objetos naturales y sin valor que mediante su perfecta colocación hacen que el jardín se convierta en una obra para la contemplación.
También el jardín fue considerado como una miniaturización del cosmos, en donde una roca se convertía en montaña, una simulación de agua en océano, y un lote de musgo en bosque. Los jardines de piedra son los que mejor expresan este concepto de la miniaturización, en donde la interpretación de las escenas reducidas recaía en el usuario, quien mediante el uso de la abstracción mental participaba dentro de este micro-cosmos, llegando así a extraer la esencia de su contenido.
Los Jardines Zen representan el universo y están concebidos para inspirar vitalidad y serenidad. Representan también el camino de la vida, constantemente lleno de cambios, diversos surcos, altas y bajas, tropiezos y obstáculos, brillo y oscuridad, sombra y luz. Permite dar descanso a nuestra mente, concentrarla en un solo punto. Tranquilizar la ansiedad, la angustia y los miedos. Estos pequeños jardínes Zen  animan a crear o simplemente, a jugar. Nos permite reflejar nuestros sentimientos más profundos mediante el diseño y los modelos que podemos dibujar. Las pequeñas cosas adquieren gran importancia cuando se nos presenta la oportunidad de vislumbrar el significado del mundo en un grano de arena, ya que éste se ha creado en la más perfecta simplicidad. Nos aportará calma, hará volar la mente, refrescará nuestra alma y nos acercará a la realidad de nuestra naturaleza más secreta. Pudiendolo utilizar como un instrumento de meditación y relajación Podemos cambiar su forma infinidad de veces,
retirando las rocas, alisando las piedras, colocando nuevamente los elementos, y trazando los surcos que representarán nuevas oportunidades para continuar en nuestro sendero, dándonos la oportunidad de renovarnos con cada experiencias
Cuales son los elementos?
Tierra - Arena
Representa la plataforma sobre la cual existimos, se considera como un elemento que absorbe, recicla y transmuta la energía a través de su magnetismo. La presencia de este elemento nos ayuda a neutralizar las frecuencias nocivas, todos los pensamientos, emociones, actitudes, o energía negativa se transmutan, creando un ambiente de tranquilidad y serenidad.
Rocas - Piedras
Las piedras representan los obstáculos y tropiezos que enfrentamos a lo largo de nuestra existencia. Sin importar que tan grandes o pequeños son, siempre nos van dejando una enseñanza. Nada pasa por casualidad, todo tiene un motivo de causa y efecto. Las rocas simbolizan las experiencias y los peldaños que avanzamos en nuestra vida.
Cristales de cuarzo
Los cuarzos son seres vivientes de la tierra, que por su cualidad especial permiten recibir, almacenar y transmitir energía positiva. En el Jardín Zen, los cristales actúan como generadores permanentes de energía, ayudando a crear una sensación de armonía y equilibrio en los espacios. La transparencia del cristal revela la luz del entendimiento, ya que al ser transparente muestra la sencillez, la humildad y la modestia.
Caracoles
Representan el contacto con el mar. Nuestra mente al observarlos recuerda la tranquilidad y la paz que se percibe al estar cerca de los océanos. Ésta es la serenidad que buscamos, interna y externa.
Velas
Las velas nos iluminan el camino a seguir. Concentrándose en la luz de la llama encendida, observando los surcos que son nuestros propios caminos, podemos recibir la claridad que viene de la calma y la meditación.

"el mejor jardín para representar la Doctrina de Buda sería la nada”

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